De fantasmas y leyendas urbanas coreanas…

 

 

Hace algún tiempo os hablamos un poco de mitología coreana a través de la figura de la Gumiho y hoy queremos adentrarnos un poco en las leyendas urbanas y los fantasmas a los que tanto recurren los coreanos.

¿Alguna vez te has preguntado por qué tantas películas de terror coreanas utilizan la imagen de chicas con el pelo largo, liso, y vestidas con un hanbok blanco? ¿Y por qué la mayoría de ellas aparecen tan pálidas y dolientes? ¿Y por qué muchas parecen estar atrapadas en escuelas?

 

El verano ha terminado, y con él la temporada de cine de terror. Muchas películas de miedo han sido estrenadas en los últimos meses e incluso se han emitido especiales en TV. Eso nos lleva a preguntarnos de nuevo, ¿por qué esas chicas pálidas de pelo largo y vestidas de blanco son las estrellas del verano?

Los fantamas coreanos o gwishin (귀신) son almas de personas fallecidas que fueron incapaz de ir “al más allá”. Aquellos que están llenos de un dolor profundo o de resentimiento, a veces víctimas de circunstancias injustas, que no pueden dejar este mundo hasta que sus almas reciban descanso. Tradicionalmente muchos rituales chamanistas han sido desarrollados para cumplir con este objetivo.

Póster de la película “Cheonyeo Gwishin” de 1967

El gwishin más famoso es probablemente el cheonyeo gwishin (처녀귀신), el fantasma femenino virgen. Habiendo nacido mujer en una Corea tradicional, sufriendo dificultades y recibiendo enseñanzas sobre cómo las mejores virtudes eran servir a su padre, su marido y su hijo, al morir una cheonyeo sin haber cumplido su objetivo de vida, nada tiene significado. Es imposible que su alma se vaya de este mundo.

El hanbok blanco que estos gwishin llevan es el sobok (소복), la ropa tradicional de luto. Su pelo está suelto porque es soltera, por lo que no tienen “derecho” de recogérselo.

Pese a que hay un equivalente masculino a la cheonyeo gwishin, el chonggak gwishin (총각귀신, fantasma soltero), lo cierto es que la figura femenina es mucho más utilizada  en la cultura popular. Se ha recurrido a ella como principal atracción de las películas de horror coreanas desde hace mucho tiempo.

En la tradición chamánica a veces se realizan “bodas de almas” (영혼결혼식) entre una cheonyeo y un chonggak, para que finalmente puedan descansar en paz. Además en santuarios para cheonyeo gwishin pueden encontrarse tallas y esculturas fálicas, y en ellos se realizarán ritos anuales de ofrendas de comida y bebida para las almas.

También en verano se producen muchos accidentes de ahogamiento… ¿o es cosa de ellos?  Los Mul gwishin (물귀신) son fantasmas de agua, almas solitarias de aquellos que murieron ahogados. No les gusta estar solos en el agua fría, así que agarran a aquel que nade cerca de ellos y le arrastran a las profundidades.

Mul gwishin es un fantasma familiar cuyo nombre se utiliza en una expresión coreana, la “táctica mul gwishin (물귀신 작전). Se usa cuando deliberadamente quieres sabotear a alguien, teniendo un significado parecido a “si caigo, no moriré solo”.

Otro gwishin popular es la Gumiho (구미호), la zorra de 9 colas de la que ya os hablamos. Gumiho tiene 1000 años y espera, si se comporta bien, subir a los cielos para colocarse en el palacio del Gran Emperador de Jade, que gobierna el cielo. Las gumihos son conocidas por disfrazarse de bellas mujeres en el mundo humano y engatusar a los hombres.

A pesar de que en la leyenda original de la que hablamos se centran en una perspectiva negativa de la gumiho, narrando historias de cómo se alimenta de hígados de personas para convertirse en humana, lo cierto es que hay interpretaciones más “románticas” que cuentan que si una gumiho se enamora y se casa con un hombre y consigue vivir 100 días sin ser atrapada, se convertirá en humana.

¿Os habéis fijado cuánto tiempo estudian los coreanos en sus escuelas? (ya os hablamos de esto hace poco) Tanto es así que incluso existe el “periodo de libre estudio nocturno” (야간자율학습) en el que los estudiantes se quedan en sus escuelas hasta medianoche, especialmente en los institutos, cuando estudian para los exámenes de ingreso a la universidad.

Aunque se quedan hasta tan tarde, los institutos no necesariamente tienen que estar bien iluminados. Hay pasillos oscuros, clases vacías y llenas de objetos extraños, sótanos… Además, desafortunadamente, los institutos con una larga historia cuentan con estudiantes que se han suicidado allí. Historias de almas dolientes vagando en la oscuridad existen en cada escuela, todas diferentes, pero siempre con algo en común. Esas historias han sido el tema principal de muchas películas de terror coreanas, que incluyen siempre a la gwishin de pelo largo y, en este caso, vestida con el uniforme escolar.

Si el gwishin de los institutos son almas perdidas, en las escuelas primarias las historias son un poco diferentes. Los niños son inocentes y la fuente del miedo es más “elemental”. La mayoría de colegios tienen estatuas de figuras históricas famosas y también es común ver estatuas de niños leyendo: por la noche esos niños cobran vida y recorren los pasillos de las escuelas.

Otra figura que genera temor en los niños es bastante inesperada, la mártir Yoo Kwansun (유관순). Yoo sólo tenía 17 años cuando fue arrestada y encarcelada durante la ocupación japonesa mientras protestaba como parte del Movimiento de Independiencia. Finalmente murió torturada en prisión y se considera una figura histórica.

Esto genera miedo cuando eres niño, y a pesar de ser una figura importante y digna de admirar, tener su retrato en clase es una forma de recordar su dura historia. No es sorprendente que haya tantas leyendas sobre su retrato, que se mueve si lo miras fijamente si dices su nombre, o su estatua, que cada noche del 1 de marzo, día del Movimiento por la Independencia, cobra vida y grita“¡Independencia coreana para siempre!”. Siempre es importante tener una base política nacionalista…

Con unos toques más modernos tenemos al Jayuro gwishin (자유로 귀신), que cuenta con muchos ‘testigos’. Jayuro es el nombre del tramo de autopista que une Goyang con Payu, situado al norte de Seúl. Esa carretera se sitúa paralela al río Han y es famosa por estar frecuentemente cubierta de niebla, lo que da lugar a muchos accidentes de tráfico.

Pero algunos culpan de los accidentes a algo menos “normal”. Muchos de los que conducen por la autopista han mencionado haber visto a una persona de pie, junto a la carretera, una joven angustiada y con gafas de sol… aunque si la miran más de cerca, no son gafas de sol: sus ojos han sido arrancados y sólo quedan las cuencas.

Hay además una leyenda urbana sobre un taxista que recogió a una joven en un día lluvioso cerca de Jayuro. Tras introducir en el GPS la dirección que le indicaba llegaron a un área remota. Cuando miró a través del espejo retrovisor y le preguntó a la pasajera por direcciones más detalladas, descubrió que ella ya no estaba allí. Sorprendido paró el coche, justo delante del cementerio. Su pasajero había llegado a casa.

La figura del gwishin se utiliza a menudo a través de los medios más modernos. Por ejemplo, la leyenda urbana de cómo un hombre actualiza en un foro hablando sobre una preciosa chica que había bebido y estaba en la estación Oksu. La gente deja sus comentarios, diciéndoles que le hable, que se asegure de que nada malo le ocurre. Pero de repente la chica no estaba. El chico informa de que va a investigar, pero desde ese momento nadie vuelve a saber de él… Podéis ver esta historia narrada en una webtoon

Más “cercano” es el gwishin del baño. Sí, has leido bien, del baño. ¿Alguna vez has visto un baño antiguo o una letrina? En Corea, como aquí, eran muy comunes hace unas décadas, eran pequeñas y estaban situadas lejos de la casa, en la oscuridad. Era el sitio perfecto para que surgieran los fantasmas.

Incluso en la actualidad hay historias sobre fantasmas que aparecen en los baños, especialmente en los de las escuelas (por supuesto) y las oficinas, donde estudiantes y empleados trabajan hasta tarde y donde los techos son lo suficientemente altos para que un gwishin se cuelgue y juegue con tu pelo.

También hay una leyenda urbana sobre un gwishin en el estudio de grabación. Su voz se cuela en la grabación o su silueta está al acecho en la cabina. En cualquier caso, se dice que el cantante que ve a un gwishin mientras graba tendrá gran éxito con su disco, por lo que algunas compañías inventan historias y las lanzan para hacer que los medios hablen de ellos. Puro marketing.

En Corea hay muchísimas más historias y es imposible nombrarlas todas. Pero creo que en la entrada se incluyen las más popualres.